domingo, 23 de noviembre de 2008

Un joven que se creía Papa Noel I

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A la niña Alicia siempre me gusto colmarla de regalos, aún no llegaba navidad ni su cumpleaños, pero yo, mismo Papa Noel, ya le había regalado un montón de cosas (incluidas invitaciones, todo pagado). Ella me decía que no me molestara que no era necesario, y yo le decía siempre -como el profesor Jirafales dice a doña Florinda- que de ninguna manera era una molestia; todo lo contrario, me gustaba hacerle esos detalles, me sentía bien haciéndolos, además que se los merecía por haberme regalado tantos momentos de irrepetible e incalculable felicidad a su lado. Era lo mínimo que podía hacer.

Hasta ese momento éramos tan solo dos amigos descubriendo el amor (bueno, yo más que ella, si acaso) y regalarle muchas cosas, podría ser un poco audaz, arriesgado y pesado de mi parte.

A veces, ser muy regalón puede tener efectos contraproducentes del tipo "Tome Pin y haga Pum" (famoso slogan de Condorito). En otras palabras, dársela de regalón (efecto Pin) puede tener un resultado contrario al deseado, y al final lograr que la chica si te quiera, pero bien lejos de ella, si es que tú no le gustas. O en el peor de lo casos si te quiera pero solo por los regalos que le haces (efecto Pum, un rechazo).

Pero igual me aventuraré a hacerlo. Por Alicia siempre sentí un cariño especial y distinto que trascendía a una simple amistad, era indudable, y quería hacérselo notar desde el inicio. Si bien al principio fuimos amigos, no quería que solo me viera como su estúpido amigo, prefería ser su estúpido novio. Eso quería.

Y darle regalos era mi manera, un poco ortodoxa y boba, de expresarle de manera sutil y prudente lo mucho que me gustaba e interesaba; además, de hacerle saber que siempre la tenía presente en cada segundo de mi existencia. Todo eso se lo transmitía implícitamente sin la necesidad de decírselo con palabras (para lo cual era algo torpe). La canción de abajo resume todo.

"It's amazing
How you can speak
Right to my heart
Without saying a word,

(...)

You say it best
When you say
Nothing at all"

Definitivamente, se lo expresaba mejor cuando no hablaba nada. Mis amigos me decían que hable con ella personalmente y que me deje de cojudeces, y que le diga todo lo que siento por ella, y así poder despejar cualquier duda. Pero había un pequeño problemita: No podía. No porque no quiera (al contrario, me moría de ganas de hacerlo), sino que simplemente no me salía, me daba mucha vergüenza, roche y temor declarármele. Era muy tímido.

Me acuerdo que cuando recién la conocí, me resultaba jodidamente difícil y complicado expresarle lo que sentía por ella en palabras y en frente de ella. Por ejemplo, decirle lo lindísima que estaba en ese momento o lo mucho que me gustaba. Simplemente no podía, me trababa, mi cerebro se bloqueaba, no reaccionaba, me quedaba en blanco, sin tan solo poder conjugar el más simple sujeto y predicado de un: "Alicia eres bellísima" o "Alicia me gustas mucho". La estúpida timidez, la inseguridad o no sé qué diablos era, qué simplemente no era capaz de hacerlo. Era un cero a la izquierda cortejando a una chica.

Asimismo, me daba un miedo y temor terrible que me rechace estando ahí presente cara a cara, yo que soy malísimo para disimular cualquier tristeza, siempre se me nota, y lo más probable es que me pusiera a chillar delante de ella. La escena hubiese sido de lo más patética. De suerte que, para evitarme ese papelón estaban los regalos que podían expresar mi cariño infinito sin necesidad de hablar, ni entrar en tanto rollo, era genial. Y más aún si no soy bueno hablando, los regalos me podían dar una manito, compensándome cualquier debilidad en el arte de la elocuencia.

Haciendo un flashback, recuerdo que un día arto de mi actitud caricaturesca, decidí cambiar y lanzarme.

(...)

[[[[ Al finalizar nuestras clases en el Instituto, estaba dispuesto a todo, le diría si o si, hoy, alguna palabra bonita, un piropo, una lisonja enfrente de ella, en vivo y en directo, ya no por messenger o ni correo electrónico, no sirve.

En toda la clase no hice más que elaborar en mi mente los discursos que le diría. Estaba en otra, siempre me teletransportaba a otra dimensión cuando estaba con ella. Cerraba los ojos y me imaginaba a Alicia y yo perdidos en una playa cerrada solo para nosotros, abrazados, viendo el "Sunset", escuchando el romper de las olas, recibiendo la brisa del mar en nuestros rostros, escuchando a las gaviotas, persiguiendo a los cangrejos y dibujando en la arena, enmarcado en un corazón atravesado con un flecha, las letras de un soñado "Alicia y Ferr".

Sonó el timbré, me desperté de la ensoñación profunda en la que estaba. Maldije al timbre, y al señor que toca el timbre. Salimos de la clase juntos, siempre juntitos, éramos inseparables (mejor dicho, yo no me separaba de ella). Mientras hablábamos Alicia me dijo que saldría con sus amigas más tarde y se tenía que ir rápido; de modo que, no tenía mucho tiempo, tenía que llegar al tema de fondo cuanto antes, que era decirle lo bella que estaba, o que tenía una hermosa sonrisa que le iluminaba el rostro como un sol.

¡Pero no podía!, estábamos conversando tan bien, que quizás diciendo una palabra o frase torpe o fuera de contexto "la cágue" y meta las cuatro. Pero igual, tenía que decírselo. No podía callarme más.

Ya estábamos cerca al paradero y le digo:

-Alicia, este...como te digo, sabes.....

-¿Qué pasa?, dime.

-Alicia, quiero decirte algo, es importante. Si no lo hago voy a enloquecer más.

- No exageres. ¿Qué cosa tienes que decirme? Dime al toque que ya me tengo que ir. Tengo que salir con mis amigas.

-Está bien. Alicia, tú...

-¿Yo?....

-Tú....

-¿Yo...?

-Tuuuu......... me tienes que ayudar, he salido mal en el examen parcial. Porfa, necesito tu ayuda. Tú sabes más que yo.

-Estás bien, no te hagas. Bueno, ahí viene mi carro, me voy. Bye.

Me quedé mirando el carro, que se iba con ella, hecho todo un huevas. Maldita sea ¿porqué no puedo?, ¿qué es lo que me pasa? Pero no había forma, tenía que destruir esta estúpida timidez hoy día. No podía continuar así, existía ya una necesidad vital de expresarle mis verdaderos sentimientos, que ya no eran de una simple amistad. Ya no lo aguantaba más, era como una olla a presión a punto de estallar.

De manera que, rápidamente busqué un micro, de la misma ruta, lo tomé, y la seguí hasta su casa. En ese momento avalé que el micro vaya a toda velocidad, me gustaba eso, sí, y que el chofer se alucine "Meteoro" para de ese modo, vaya lo más rápido posible y alcanze al micro donde estaba Alicia.

!Maldito micro, anda más rápido¡ pensaba. Y parece que me hicieron caso, hubo un momento en que los dos micros estaban juntos, y pude ver a Alicia sentada con su cabello marrón rojizo. En eso ella voltea. Felizmente tenía la capucha puesta, y me volteo también. No me vio. Luego su micro aceleró y desapareció. Ya cuando estoy cerca a su casa, mi micro toma otra ruta, entra por otra calle. !Puta madre¡ ¡Maldito micro! Bajé de inmediato. Vi a Alicia a lo lejos que entrada a su Condominio. Yo estaba a tres cuadras de distancia; asi que, que corrí y corrí enloquecidamente, tenía que alcanzarla antes que entrara a su casa. Felizmente, llegué a tiempo, cansado, sin aire, transpirando y a las justas pude decir:

-¡Alicia!

(No me escuchaba, estaba con su Ipod a todo volumen, así que me puse delante de ella.)

-¿Fernando?, ¿Porqué corres? ¿Qué haces aquí?. Dijo Alicia, sorprendida.

-Este, es que se me olvido decirte algo Alicia, disculpa...

-Qué loco que eres jaja...dime ¿qué querías decirme?

-Alicia....

(De pronto me quedé mudo, cinco segundos después reaccioné.)

-Alicia, solo quería decirte que..... Tienes unos ojos preciosos.

(Ella no supo que decirme en ese instante, luego me dijo.)

-Gracias. Qué lindo.

-También quería decirte...que...este....hablando de cosas lindas, lindo día ¿no?

(Le dije eso en época de invierno, el cielo estaba gris, nublado color panza de burro).

-¿Lindo día? Si está nublado jaja.

-¿Está nublado? ¿Tú crees? Porque yo veo un sol espectacular.

-¡No!, está nublado. No ves.

- Yo en este momento estoy viendo un sol radiante. Se lo decía, mientras la miraba fijamente a los ojos y ella me sonreía.

- Jaja. Tonto. Me voy a poner colorada. Fernando en serio, tengo que salir. Nos mañana sí.

- Si, está bien. Chau Alicia. Cuídate mucho.

Y entró a su casa. Yo me quedé afuera, parado, todavía temblando y viendo su hermosa casa durante varios minutos. Fue la primera vez que le dije lo linda que era, y los bellos ojos que tenía en vivo y en directo. Simplemente no lo podía creer. Esa noche no pude dormir, pensaba y pensaba en ese momento histórico. ]]]]]

(...)

Bueno, volviendo al presente y al tema de los regalos. Más allá de impresionarla (y eso que Alicia no se deja impresionar fácilmente con regalos) y de demostrarle mi cariño y mis verdaderos sentimientos sin tanto palabreo. El único fin supremo de los regalos era tan solo sacarle una sonrisa. Una linda sonrisa de valor incalculable. Solo obsérvala mientras la niña Alicia abría feliz sus obsequios (que un torpe Papa Noel le había traído, osea Yo) me hacia completamente feliz.

Continua en la segunda parte.

[Ya que estamos ad portas de la Navidad. Les dejo esta canción que es fantastica. Un regalo para sus oidos, se llama The first Noel (la primera navidad). Ciertamente, pronto llegará mi primera Navidad desde que conocí a Alicia.]

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola amix, interesante el tema,es muy cierto a veces no solo llenarnos d regalo basta,una palabra una mirada pede decir mucho y hblar d la persona,las palbras quedan grabadas en el alma, quizas te falto desde el inicio ser sincero abrirte no importa a la respuesta q que hubiera dado como dice la cancion de baclos besela ya, no importa arriesgarte a la cachetada, mi concejo, es ser sincero desde el inicio mas alla de los regalos que puedas darle eso no lo es todo,cuenta y mucho pero en su momento.te deseo lo mejor suerte,se aprende la leccion .

Lara Holmes dijo...

Papa Noel, q me vas a regalar esta navidad? jiijijiji...

Anónimo dijo...

Ferr me encanto la historia del joven papa noel, divertida.pero sabes xq tanto timidez seria mostro q lo enfrentaras no ,asi te quitas la duda pero confio en q alicia te diga q si,xlo q haz relatado en todo este tiempo asi lo creo .haz la prueba no pierdes nada asi q amigo animo valetia q si puedes .sigue escribiendo he
besos

m dijo...

simplemente me ágradó tu historia, mientras la leía recordaba las veces que fui "Alicia" y que tuve a un amigo-novio "papá noel"...

los regalos son lindos, pero definitivamente los detalles, los gestos y las palabras superan eso...

me encantan las "sorpresas" en un día cualquiera, en el momento menos esperado, sin fecha especial...

saludos,